Han pasado justo dos años, desde la última publicación que hice con respecto a los cambios que atravesé en mi vida privada durante circunstancias determinadas...
Es 27 de febrero, madrugada, acabo de aterrizar en Milán, después de un largo viaje en avión desde París. Largo porque cuando uno sale desde Paris Beauvais, tiene que calcular 4 horas de viaje solo para llegar al aeropuerto. Una experiencia que es mejor evitar. Llegué a Milán a las 23.30, hacía horas que tenía un nudo en el estómago. No era el ya habitual nudo que me acompaña en mis viajes en avión; esta vez era peor. Era una preocupación galopante, que me ansiaba. Cuando salí deprisa del aeropuerto de Bergamo, me había llovido un chaparrón encima cuando lo vi. Era Claudio, había venido hasta el aeropuerto solo para verme. El sabía que no atravesábamos un buen periodo, y era la única opción que tenía para vernos 5 minutos antes de que todo pasase.
Me acompañó en el viaje de vuelta hacia Milán centro. No hubo mucha conversación, me dijo, duerme, será una noche larga, y me cogió la mano.
Pero yo no podía dormir. Estaba inquieta. Cogimos un taxi, y me llevó a casa de Luca, eran la 1:30am, a las 4:30am teníamos que despertarnos para ir al hospital. La puerta de la casa me la abre Mina, ella esperaba mi llegada, ya que Luca estaba demasiado débil, y necesitaba dormir. Descansamos un par de horas, y nos pusimos en marcha.
El hospital estaba vacío, eran solo las 5:30, las calles de Milán, estaban vacías, cubiertas aún del agua del rocío.
El estaba nervioso, y también dolorido. A las 6:30 nos dieron la habitación, pero no fue hasta las 12:00, que entró en quirógrafo. El tumor era maligno, fue un día muy largo.
Este ha sido el inicio de muchos de los giros que ha dado mi vida recientemente. Después del viaje express a París, de la Fashion week, de la llegada de la mala noticia...Luca(mi primer y mejor amigo en Milán, mi mitad, mi hermano, e hijo) después de un largo periodo de distintas enfermedades y problemáticas varias, descubre un bulto encima de su clavícula, y otro en la axila. Que nos hacen descubrir distintos informas en el interior de su cuerpo. Había pasado los últimos tres días antes de partir en su casa, no quería dejarlo solo, estaba triste, solo y débil. Aún no lo sabían sus padres. Yo aún estaba en shock. Le hicieron la biopsia, y era maligno...
En ese momento, algo cambia dentro de ti, es como si tomaras una droga que te cambia algo dentro de tí, transforma el ansia, en calma, las ganas de llorar, en un efecto tipo botox que te paraliza la expresión, y tu única voluntad, es no dejar que esa persona sienta tu preocupación o tu malestar.
Y así pasaron los días y las semanas.
Son ya 2 meses y medio que está en el hospital, son ya más de 5 quimioterapias, más de 10 resonancias, Tacs, análisis... Hace tiempo que soy impasible, la doctora dice que es curable, todo irá bien, el es joven y no se rinde.
Y el pasado lunes 28, fue la primera vez que salimos juntos de nuevo a la calle, a dar un paseo (con la silla de ruedas) por el centro de Milán. Me emocionó mucho verlo de nuevo con un poco más de fuerza y ganas de vivir.
Y es que lo quiero tanto...
No ha sido fácil, para él evidentemente, ha cambiado de un día para otro su cotidianidad, sus intereses, sus costumbres.
Nos refugiamos pensando que es solo por un tiempo, lo que dure pero solo por un tiempo...
El 25 de marzo fue su cumpleaños.
Por como soy yo, me vi en la circunstancia de hacer algo para el, que le diera calor, humanidad, y le recordase cuando la gente lo aprecie y lo quiera.
Hice un video con todos nuestros amigos y conocidos que le mandaban un beso y animo para esta dolorosa aventura.
Está en italiano, pero si lo queréis ver. Yo salgo en el minuto 2:45.
https://www.youtube.com/watch?v=6wdX2Nm3G54
Lo importante fue que le gustó, y rompió su rutina por un momento.
Ahora puedo entender el 10% de lo que puede sentir una persona cuando un miembro de su familia sufre una enfermedad. Digo el 10, porque por mucho que lo quiera, imaginar algo así de un hijo, una madre, un padre o un hermano. Debe ser aún más duro...
En fin, es otra experiencia de la que aprender. Son las cosas que uno piensa que nunca pasan cercam hasta que pasan, y como con todo. Uno aprende a estar preparado, y a seguir adelante...
Un beso enorme a todos!
Continuará...